“La segregación y la gentrificación como dos partes del mismo modelo privatizado, excluyente, de nula sensibilidad con el patrimonio y basado en el endeudamiento, ha impacto fuertemente en la pérdida de la democracia urbana entendida como la posibilidad de todos los que conformamos la sociedad de tomar las decisiones respecto del futuro de nuestros barrios y de ejercer el derecho a la ciudad en plenitud.”
El Mostrador – 14 diciembre, 2015